miércoles, 25 de agosto de 2010

El mundo desde mi perspectiva

Quizás cercanía sea una buena palabra para englobar al mundo entero. O bueno, eso pensaba hasta hace muy poco. Hace dos días llegó un amigo de China. Nos juntamos, abrimos un coñac "Tres Palos", y comenzó a contarme su aventura por el país asiático. El primer día, casi se va a las manos con un taxista, perdió su cámara, pero más que nada, se impactó con los chinos, con su cultura, con su manera de pensar, con algunas conductas que parecían imposibles de entender.

- "¿Y Porqué la risa?" le pregunté.
- "Estábamos en la disco y tuve que ir al baño. Cuando estaba en lo mío, el chino que estaba parado al lado de la puerta, empezó a hacerme masajes en el cuello y en la espalda; después, muy respetuosamente, me pidió propina; tuve que dejar de tomar o si no me quedaba en la calle!"

Ésta anécdota, dentro de muchas otras, me dejaban más claro que nunca que estamos a años luz de estar cerca, lo que no es algo malo. Me gusta ver un mundo diverso; poder viajar y conocer culturas que piensan tan diferente a nosotros; comprobar que todavía no nos entendemos, y espero, no lo hagamos nunca, o si no, no importaría quién escribiera lo que estoy escribiendo ahora. Total, todos escribirían lo mismo.

Temas Internacionales (un dolor de cabeza)

Mejor no enterarse de ningún acontecimiento en el extranjero, porque no importa cual sea el hecho, se sabe que es una "mala noticia". Abrir la sección INTERNACIONAL de cualquier periódico nos dará un seguro dolor de cabeza; garantizado. El infinito conflicto árabe-israelí siempre se hará presente; así también, alguna escalofriante nueva cifra de pobreza en el continente negro. ¿Y es que en el mundo, no pasa nada bueno?

El torrente noticioso que proviene desde las afueras es tan grande, que una noticia positiva simplemente no entra en nuestras cabezas atiborradas de información. El destierro de gitanos en Francia, la lucha de Obama, la situación venezolana y un largo etcétera, son acontecimientos que con el tiempo hemos ido pidiendo; las malas noticias son las que nos llaman la atención, y es eso lo que estamos recibiendo ahora: una mirada pesimista del mundo entero.